Por Alberto V. M.
El Grupo Parlamentario del PVEM (GPPVEM) en el Congreso mexiquense propuso otorgar incentivos fiscales a las empresas que implementen programas de bienestar físico para sus empleados. La iniciativa, presentada por la diputada Alejandra Figueroa Adame, busca contrarrestar los altos índices de obesidad en la población adulta del estado, que alcanza el 34 por ciento según datos del Centro Estatal de Vigilancia Epidemiológica y Control de Enfermedades.
La propuesta consiste en ofrecer incentivos en el impuesto sobre nóminas a las empresas que implementen programas de bienestar físico, especialmente para empleados con trabajos sedentarios. Se estima que esta medida beneficiará a más de 600 mil trabajadores con obesidad y riesgo de desarrollar enfermedades crónicas. Además de mejorar la salud de los empleados, se espera que la iniciativa aumente la productividad y reduzca los costos de atención médica. La Secretaría de Salud será la encargada de monitorear y evaluar los programas, y las empresas deberán cumplir con ciertos requisitos para acceder al beneficio fiscal, incluyendo la presentación de informes anuales y la garantía de acceso a instalaciones para la práctica de actividad física. La iniciativa busca ser proactiva en la prevención de enfermedades, a diferencia de las actuales medidas que se enfocan en la atención de enfermedades ya existentes.